Jacqueline García
Vicenta Martínez es trabajadora doméstica desde hace 22 años; no obstante, la pandemia le ha causado una gran pérdida de salario. En mayo de 2020 se quedó sin la mayor parte de sus horas de empleo por la cancelación de limpieza de casas y aunque en noviembre encontró dos casas para limpiar, no es constante.
“Es dinero que no podemos recuperar… En general ha habido un impacto emocional y económico muy grande”, expresó Martínez durante una conferencia esta semana.
Añadió que sus compañeras que sí se animaron a seguir laborando resultaron contagiadas del COVID-19.